Es evidente que si la enfermedad está muy avanzada con gran pérdida de hueso de los maxilares alrededor de las raíces y movilidad importante poco se puede hacer para mantener estos dientes en boca.
Si la pérdida de hueso es incipiente o moderada el tratamiento suele tener unos resultados excepcionales dirigidos al mantenimiento de estos dientes con salud a largo plazo. Siempre y cuando el paciente entienda el problema y lleve a cabo en su casa un control estricto de su higiene bucal y de la placa bacteriana
Cada paciente es un caso particular, pero básicamente el tratamiento completo consta de tres fases:
En esta última fase, una vez que el hueso tiene salud, no queda ( o es mínimo ) espacio entre la encía y el hueso. De esta forma el paciente puede acceder adecuadamente a los espacios, de manera visible. Es evidente que cuando se realiza este tratamiento la encía se retrae y las raíces quedan más sensibles durante un tiempo.
La principal finalidad del tratamiento es detener la pérdida de hueso sin poder recuperar el perdido. Esta recuperación se podría conseguir en ciertos casos con técnicas regenerativas utilizando injertos y membranas.