La odontología es una de esas profesiones donde muchas personas piensan que el "trabajo" real realizado por cada dentista es similar. Después de todo, un relleno es un relleno ¿verdad? Pues no es así.

En realidad, al igual que cualquier otra profesión, todo el trabajo dental no se realiza de la misma manera. Por dar un ejemplo, hemos  visto en nuestra Clínica de Sabadell  dientes tratados con carillas de dudosa procedencia y de un material de baja calidad  que brillan en la oscuridad ("dientes de chicklet"). Y coronas en dientes anteriores con líneas negras en el margen de la corona en contacto con la encía que da esa imagen de diente viejo, desadaptado y antiestético.

Además de la habilidad del dentista, el ceramista con el que el dentista decide trabajar, es determinante en gran parte del trabajo dental estético para que sea impecable o deficiente. Los dentistas pueden colaborar con un ceramista de estilo "artesano" que creará cada diente a medida como una obra de arte; o pueden optar por un trabajo hecho a máquina de un laboratorio en  cadena  que los fabrica "rápida y económicamente”... ¡a veces 90 por ciento menos de lo que cobraría el “artista artesano”!

Personalmente no soy fanático de la cerámica fabricada por una máquina. A mis pacientes les gusta mi trabajo y están contentos con lo que hago. No puedo ofrecer a mis pacientes trabajos fabricados en cadena. Las piezas que cementamos en boca son únicas y personalizadas. No es la misma pieza para todos los pacientes (eso se lo dejamos para las máquinas)